HISTORIA.
El automóvil, con
motor de explosión fue inventado en Alemania en 1886 por
Karl Benz.
[6] Poco después otros pioneros, como
Gottlieb Daimler y
Wilhelm Maybach presentaron a su vez sus modelos. El primer viaje largo en un automóvil lo realizó
Bertha Benz en 1888, al ir de
Mannheim a
Pforzheim, ciudades separadas entre sí por unos 105 km.
[7] Cabe destacar que fue un hito en la automovilística antigua, dado que un automóvil de esta época tenía como velocidad máxima unos 20
km/h, gastaba muchísimo más combustible de lo que gasta ahora un vehículo a esa misma velocidad y la gasolina se compraba en farmacias, donde no estaba disponible en grandes cantidades.
En 1910,
Henry Ford comenzó a producir automóviles en una
cadena de montaje, sistema totalmente innovador que le permitió alcanzar cifras de fabricación hasta entonces impensables.
HENRY FORD.
Henry Ford Litogot (
30 de julio de
1863 –
7 de abril de
1947) fue el fundador de la compañía
Ford Motor Company y padre de las
cadenas de producción modernas utilizadas para la
producción en masa.
La introducción del
Ford T en el mercado automovilístico revolucionó el transporte y la industria en Estados Unidos. Fue un inventor prolífico que obtuvo 161
patentes registradas en ese país. Como único propietario de la compañía Ford, se convirtió en una de las personas más conocidas y más ricas del mundo.
A él se le atribuye el
fordismo, sistema que se desarrolló entre fines de los años treinta y principios de los setenta y que creó mediante la fabricación de un gran número de automóviles de bajo coste mediante la
producción en cadena. Este sistema llevaba aparejada la utilización de maquinaria especializada y un número elevado de trabajadores en plantilla con salarios elevados.
Si bien Ford tenía una educación bastante pobre, tenía una visión global, con el
consumismo como llave de la paz. Su intenso compromiso de reducción de costes llevó a una gran cantidad de inventos técnicos y de negocio, incluyendo un sistema de
franquicias que estableció un concesionario en cada ciudad de EE. UU. y Canadá y en las principales ciudades de seis continentes.
Ford legó gran parte de su inmensa fortuna a la
Fundación Ford, pero también se aseguró de que su familia controlase la compañía permanentemente.